|
Foto: Walter Staüble |
Nervios. Promesas. Rezos. Cábalas. Picos de presión arterial. Sangre en
la nariz. Nervios. Lágrimas. Muchos más nervios. Unas cuantas puteadas, y
la nena que te dice:
-"No hay que decir malas palabras"
Vos
la mirás entre orgulloso por educada y culpable porque sabés que no vas
a ser un ejemplo en esos minutos, vas como queriendo encontrar una
salida decorosa... no la encontraste y simplemente soltás:
-Cuando vemos fútbol se puede
-Bueno... Vamos Carajo!- agrega y se suma a la maratón de epítetos y calificativos.
Le anulan un golazo al Pipa, que si estaba adelantado era por una
uña, o tal vez lo adelantado era el cheque al arbitro, pensás en ese
momento después de tanto fallo raro en este mundial.
Se termina el queso y el jamón, y las papas fritas, y todo lo demás, y
sólo te quedan esos grisines de salvado y los nervios que se transforman
en gula.
-Vamos a alargue y la rep...
"Dale
un rifle a Mascherano que te recupera las Malvinas solo", suelta uno
por Twitter. Y es que fue la pesadilla del clavadista Robben que no pudo
robar un solo penal.
¿Viste
que las camisetas son más ajustadas que antes? Mi teoría es que se
trata de psicología. Los espartanos ya se hacían pecheras fundidas con
las formas de trabajados pectorales; todos parecían musculosos, y eso
era una ventaja ante el enemigo.
-¿Vamos a los penales? ¿no va a entrar antes del...? piiiii! Y la rep....
En
ese momento me acuerdo del Mundial de Italia. Hace 24 años! Iba a un
colegio católico que dirigía un cura bien tano. Y los penales en
semifinales otra vez. Ahora no tengo un holandés al que gritarle en la
puerta de la casa. Aquella vez nos pusieron amonestaciones, el tano no
se bancó el festejo en su cara...
-Vamos chiquilín! Lo atajó!
-La puta que vale la pena estar vivo y qué lindo que es putear!
Otro
Sergio nos salva, aquel Goyco, este Romero. Y atajó otro. Y Máxima se
va al baño en este momento para gritar despacito "Vamos Carajo", y
volver a poner cara de circunstancia ante todo el reinado holandés.
Las
bocinas ya se escuchan en la calle. Los vecinos salen. Salimos todos. Y
la Plaza Centenario se transformó en la Plaza 24 años sin gritar así.
No me importa quién nació hoy, o si es el día del comerciante. Todo era
celeste y blanco, y era el Día de la Independencia, y el país se había
vestido de Patria, aunque sea por el fútbol todos estabamos juntos. Y
decime qué se siente.
Este
es el equipo que no queríamos. Con los jugadores que ninguno de
nosotros quería, por eso pusieron el alma. En tu cara, en la mia, en la
de todos. El domingo vamos por la revancha del '90. Los alemanes ya no
tienen el muro. Nada nos frena. Vamos Carajo!
"Qué lindo que es volver a verte Argentina!"
Marcelo J. Silvera
(c) Permitida la reproducción citando la fuente: (texto y link) Radio Regional 105.7 - www.radioregionalatilra.com