martes, 1 de julio de 2014

Palabras Vertebrales, la columna de Marcelo J. Silvera: 1 de julio - Te cantamos las 40


¿A mi me la vas a contar? decía Mordisquito por la radio. La radio se había convertido en un elemento de acceso a la cultura y la información; pasaban orquestas, radioteatros, artistas, ahora todo llegaba a cualquier casa. Los teatros también se abrieron y dejaron de ser sólo pieles importadas y galeras las que asistían.
"Yo no lo inventé a Perón" continuaba Mordisquito. Lo habían inventado las políticas desleales, antipatria, excluyentes. Tiene tanta actualidad un monólogo escrito por Discepolo... cómo si no hubiesen pasado los años. La bronca que te da que te digan las cosas como son es la misma que entonces. Cuando te hablan de los avances en favor del pueblo recordás que no había té de Ceylán.
Los complejos habitacionales que resolvieron la situación de vivienda de muchísimos argentinos y todavía están en pie, te hacen acordar que no había té de Ceylán. Las colonias donde muchos trabajadores fueron por primera vez de vacaciones, te hacen acordar que no había té de Ceylán. Cuando ves las máquinas de coser, que encima todavía funcionan, te hacen acordar que no había té de Ceylán. Las universidades públicas, te rememoran a la universidad del trabajador, y ves a muchos pibes que son los primeros universitarios de su familia, y te hacen acordar que no había té de Ceylán. Antes veías a las mujeres en la fila para votar y ahora ves las mesas mixtas y  te hacen acordar que no había té de Ceylán. Y la salud, la educación, las estatizaciones... todo te hace acordar que no había té de Ceylán.

Mordisquito sigue siendo actual.
Hace 40 años Juan Domingo Perón se convertía en bandera para muchos. Algunos tomaron la bandera para la foto, otros se dijeron y dicen peronistas pero en la práctica sus políticas fueron lo contrario... si no preguntale al patilludo o al cabezón y te van a jurar que son peronistas. Pasaron años, dictadura, gobernantes, entregadores. Alguien tomó la bandera de nuevo, vino a proponer un sueño.
Hace 40 años se llevaba en los oídos la más maravillosa música. Y a vos te sigue molestando que no había té de Ceylán... No se cumplen 40 años, en realidad seguimos cantandote las 40. ¿Sabés qué? Hoy desayuné con té de Ceylán ¿A mi me la vas a contar?

Marcelo J. Silvera






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